San Paciente
Obispo de Lyon (Francia), conforta y defiende a los cristianos de las Galias en las perturbaciones bélicas e ideológicas del siglo V. Frente al paganismo y las herejías, difunde el evangelio a base de predicación y gana los corazones a fuerza de bondad. De él escribirá san Sidonio Apolinar: "Poseía todas las virtudes apostólicas... no se podría saber qué era en él más ardiente, si su celo por la gloria de Dios, o su caridad para con los pobres...". Murió en Lyon en el año 480.