San Juan Evangelista
Nació en Galilea. Era hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor. Su oficio era el de pescador.
Parece que fue uno de los dos primeros discípulos de Jesús, junto con Andrés. Los dos eran también discípulos de Juan Bautista. Juan evangelista formo parte, junto con Pedro y Santiago, del pequeño grupo de preferidos que Jesús llevaba a todas partes y que presenciaron sus más grandes milagros. Los tres estuvieron presentes en la Transfiguración, y presenciaron la resurrección de la hija de Jairo. Los tres presenciaron la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos. Junto con Pedro, fue este apóstol encargado por Jesús de prepararle la Última Cena. A Juan y su hermano Santiago les puso Jesús un sobrenombre: "Hijos del trueno", debido al carácter impetuoso que ambos tenían.
Juan fue el único de los apóstoles que estuvo presente en el Calvario. Y recibió de Él en sus últimos momentos el más precioso de los regalos. Cristo le encomendó que se encargara de cuidar a la María, como si fuera su propia madre. El domingo de la resurrección, fue el primero de los apóstoles en llegar al sepulcro vacío de Jesús.
Vivió hasta el año 100, y fue el único apóstol al cual no lograron matar los perseguidores. Juan se encargó de cuidar a María y con Ella se fue a evangelizar a Éfeso. La tradición cuenta que el emperador Dominiciano quiso matar al apóstol San Juan y lo hizo echar en una olla de aceite hirviente, pero él salió de allá más joven y más sano de lo que había entrado, entonces fue desterrado de la isla de Patmos, donde fue escrito el Apocalipsis. Después volvió otra vez a Éfeso donde escribió el Evangelio según San Juan. A San Juan Evangelista se le representa con un águila al lado, como símbolo de la elevada espiritualidad que transmite con sus escritos.