Santos Inocentes
La fiesta de hoy proviene de un sanguinario suceso.
Días después de que María alumbrara a Jesús, en el portal de Belén, Herodes, aconsejado por los sabios astrólogos de su reino, ordenó matar a todos los varones de Belén menores de dos años, que podrían ser el niño Jesús, el nuevo rey de los judíos anunciado por los profetas.
Por eso, el día 28 de Diciembre se conmemora el cruel asesinato de estos niños, los Santos Inocentes. Desde la Edad Media, monaguillos y sacristanes se recordaba paradójicamente con humor y la tradición bromista ha seguido hasta la fecha. En España, las inocentadas nacieron en la antigua urbe romana de Écija. En la época del reinado de Felipe II.
Lo inexplicable de este día es que los seres humanos hemos hecho que el horror de la masacre, se convierta en broma... en fin, digamos al menos, en este día, la oración que rezaba Santo Tomás Moro:
"Señor. Dame una buena digestión y, naturalmente, algo que digerir. Dame la salud del cuerpo y el buen humor necesario para mantenerla. Dame un alma sana, Señor. Y no permitas que tome demasiado en serio esa cosa entrometida que se llama el YO. Dame, Señor, el sentido del humor, dame el saber reírme de un chiste para que sepa sacar un poco de alegría a la vida, y pueda compartirla con los demás".