Celia Robles Curieses

Oh Adonai… ven a librarnos con el poder de tu brazo.
(Antífona de la ¡OH! en Adviento)

Nació en Morilla de los Oteros (León - España) el día 4 de diciembre de 1935. Fueron dos Hermanas en la Congregación: Celia y María Humildad.

Comenzó el Postulantado el día 29 de agosto de 1956. El día 15 de marzo de 1957 inició el Noviciado y pronunció los Primeros Votos el día 15 de marzo de 1959. Hizo su Profesión Perpetua el día 18 de junio de 1964.

Formó parte de las siguientes Comunidades:

  • Clínica “La Inmaculada”, Huesca (España).
  • Clínica “Nuestra Señora del Pilar”, Barcelona (España).
  • Sanatorio “Nuestra Señora del Rosario”, Madrid (España).
  • Clínica “San Juan de Dios”, León (España).
  • Residencia de Ancianos “Santa Ana”, Zarautz (Guipúzcoa – España).
  • Residencia de Ancianos “Santa Ana”, Molina de Aragón (Guadalajara – España).
  • Casa Provincial de la Provincia del Sagrado Corazón de Jesús, Madrid (España).

Hna. Celia nos deja una imagen de viveza, agilidad y alegría. Una mujer toda solicitud y disponibilidad hacia los demás, fuera de la Comunidad y entre nosotras. Qué significativas sus rápidas idas y venidas por los pasillos de la casa, en búsqueda de cualquiera de las Hermanas por quien preguntaban en portería. 

Amó a la Congregación y a la Provincia del Sagrado Corazón de Jesús profundamente y, en sus últimos meses, se mostró especialmente sensible ante el nuevo rumbo de la Congregación en España. La savia de las Hermanas jóvenes en la Comunidad era para ella una gran fuente de esperanza y alegría; por eso se sintió tan bien entre ellas y, cuando faltaban, expresaba con nostalgia su ausencia. 

En sus últimos años, en ausencia de la enfermedad, los ha vivido de una manera especial, intuyendo que su misión aquí ya estaba cerrándose, así nos lo manifestaba muchas veces. Cinco meses antes de fallecer irrumpió la enfermedad irreversible del cáncer, le impidió terminar sus vacaciones y regresó a casa. A partir de entonces todo fue rápido, aunque para ella casi todos los momentos fueron largos.  

Hna. Celia sufrió el peso de la “hermana” enfermedad, pero también experimentó el inmenso cariño y consuelo de las Hermanas de su Comunidad y de otras Comunidades cercanas. Sintió muy de cerca el amor de su familia. Esa fue la respuesta de tanto amor que entregó durante su vida a pacientes de tantos lugares y condiciones. Después de su jubilación fue destinada a la Casa Provincial de la Provincia del Sagrado Corazón de Jesús donde terminó su misión entre nosotras, llevando con mucho amor y solicitud la tarea de la portería. Ella encarnó nuestro carisma día tras día, minuto a minuto con todas las personas a las que acogía. Cada vez que abría la puerta de la casa, abría la puerta de la Comunidad. 

Hna. Celia fue un regalo de Dios para la Congregación y en las distintas tareas que le fueron encomendadas, donde acogió, curó, acompañó y sirvió “con el mayor cuidado, con todo detalle, con todo amor”. 

Damos gracias a Dios por la vida de Hna. Celia; una vida entregada al Señor Jesús y, en Él, al servicio de sus Hermanas y hermanos, especialmente de los más pobres y necesitados a ejemplo de nuestros Fundadores; una vida tejida de gestos de Caridad hecha Hospitalidad.

Fue llamada a la Casa del Padre el día 18 de diciembre de 2015 en la Comunidad de las Casa Provincial de la Provincia del Sagrado Corazón de Jesús, en Madrid (España), a los 80 años de edad y 58 de Vida Religiosa.

¡DESCANSE EN PAZ!

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